sábado, 7 de abril de 2012

UNA SEMANA DE REFLEXION

Siempre que se inicia la semana santa, vemos como la mayoría de las personas tratan de hacer un alto en el camino con actos de arrepentimiento, con promesas que en muchos casos quedan como simples promesas, ya que no se cumplen y que son el resultado de actuaciones por impulso, más no de convicción; pero, bueno, no nos quedemos en el señalamiento, ni en la condena, más bien optemos por hacer el llamado a una verdadera reflexión.




La invitación es para que todos iniciemos una gran campaña de amor por el amor hacia nuestros hogares, con el único propósito de destruir la descomposición social que está atacando a nuestra comunidad y que está acabando con el desarrollo emocional, intelectual, moral y físico de nuestros niños y nuestros jóvenes, que en un alto porcentaje, puede ser el resultado de la indiferencia y la apatía de nosotros como adultos y padres de familia.



Debemos actuar de inmediato y no esperar a que este flagelo se convierta en una pandemia difícil de erradicar, pero que sea un compromiso de acompañamiento, un compromiso de arropar a aquellos que sienten el frio de la ausencia de hogar y un compromiso de trabajar en equipo sin discriminación alguna y sin cuestionamientos a priori.



He querido proponer esta campaña de AMOR por nuestros hogares, ya que todos los días se presentan casos de violencia entre los estudiantes de un mismo colegio, o la agresividad y violencia entre los miembros de una misma familia, infortunadamente esto conlleva, a la conformación de pandillas juveniles, que lo único que hacen es hacerse daño y causarle daños al prójimo.

Ojalá que esta invitación no quede archivada, si no que, se extienda a lo largo y ancho de nuestra sociedad para que participemos absolutamente todos, sin esperar a que sean los padres de familia, los profesores, las entidades oficiales o las autoridades civiles y militares las que marquen la pauta, No, que seamos todos nosotros, los que adquiramos esa promesa de orientar y conducir a la población infantil y juvenil, mostrándoles ese camino lleno de principios y valores, como el respeto, la tolerancia, la responsabilidad y ese gran principio como lo es EL AMOR POR LOS DEMAS, y así seguramente vamos a construir unos fuertes lazos de tejido social.